La Policía de Pinto equipa a sus agentes con tres innovadoras pistolas eléctricas

La Policía Local de Pinto ha recibido tres pistolas eléctricas paralizantes, comúnmente conocidas como Taser por ser su marca más popular, y seis cámaras de grabación unipersonal para captar aquellas intervenciones en las que se empleen los dispositivos de defensa menos lesivos que las armas de fuego.

El Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE) se encarga actualmente de preparar a 30 agentes de la plantilla municipal para su utilización. Completada esta primera instrucción, el resto de efectivos de la localidad tendrá que formarse como compañeros de intervención a fin de que todos cuenten con el adiestramiento necesario para participar en los operativos en los que se usen los inmovilizadores eléctricos.

Aunque no hay una fecha concreta para que los policías empiecen a patrullar las calles de Pinto con los nuevos dispositivos, lo que sí puede asegurar el Ayuntamiento es que esta imagen no se verá hasta que finalice la fase formativa con el instructor particular, quien se ha encargado de demostrar al alcalde, Salomón Aguado, y al concejal de Seguridad, Fernando González, cómo funcionan las pistolas Taser.

Ambos representantes municipales han celebrado su llegada por la mejora que supone para la seguridad “tanto de los intervinientes como de los intervenidos" y se han comprometido a continuar trabajando para que la Policía Local “vaya contando progresivamente con más recursos” que contribuyan a poner fin a los malos datos de criminalidad del municipio.

El Ministerio del Interior situó a Pinto entre los diez municipios más inseguros de la Comunidad de Madrid en su último balance de criminalidad. La localidad acumuló una tasa de criminalidad en 2023 de 56,2 delitos por cada mil habitantes, la octava más alta entre las ciudades madrileñas de más de 20.000 habitantes.

¿Cómo funcionan las pistolas Taser?

Al presionar el gatillo de las pistolas Taser, se disparan dos dardos que se clavan en el objetivo y provocan su inmovilización mediante la transmisión de pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje. Estos dardos están unidos a la pistola mediante un cable que es el que transmite los pulsos: si el cable se rompe, la pistola deja de transmitir electricidad.

Renovación de la flota

La llegada de las pistolas Taser se suma a la modernización del vestuario de los agentes y a la reciente renovación de la flota de vehículos existente con la adquisición por 210.000 euros de cuatro nuevos coches patrulla —uno de ellos sin rotular— y un furgón policial.