La prensa de Pinto y el sur de Madrid en la era franquista: una mirada única al pasado
hace 7 horas
La política de medios durante el franquismo fue devastadora, afectando gravemente la libertad de prensa y la existencia de publicaciones. Durante largos años, los periódicos se convirtieron en simples instrumentos de propaganda para el régimen.
El régimen franquista, que se instauró tras un golpe de Estado contra la República y dejó un escenario devastado por la Guerra Civil, instauró una 'larga noche de piedra'. Esta situación restringió severamente la libertad de prensa y otras libertades, fomentando un culto a la figura del dictador y persiguiendo cualquier intento de democratización.
La política comunicativa del franquismo fue realmente destructiva, eliminando la información libre y reduciendo los periódicos a herramientas de propaganda del Estado. Durante muchos años, estos medios no hicieron más que difundir el mensaje oficial.
La Ley de Prensa de 1938, más que una garantía para el ejercicio periodístico, sirvió para sometérselo a las órdenes del Estado, transformando el periodismo en un mero instrumento al servicio del régimen totalitario.
Los primeros veinticinco años de dictadura se caracterizaron por un control absoluto: la Administración nombraba a los directores de los medios y obligaba a los periodistas a registrarse en un Registro Oficial de Periodistas, donde el primer número era para Francisco Franco.
Esta estricta Ley de Prensa se mantuvo hasta la llegada de una nueva legislación en 1966, conocida como la Ley Fraga, que, aunque introdujo algunos cambios, simplemente constituyó un nuevo mecanismo dentro del marco represivo del franquismo.
Travesía por el desierto
La época del franquismo se convirtió en un verdadero desierto informativo para los habitantes de Pinto y el sur de Madrid. Solo en los últimos años del régimen comenzaron a surgir pequeñas publicaciones clandestinas de manera artesanal, especialmente en Getafe, donde el movimiento obrero, en auge, estableció “boletines” desde 1967.
Entre estas publicaciones clandestinas se encontraban el Boletín de Apoyo a las Comisiones Obreras y el Boletín de Información del Partido Comunista. Estos documentos, de tirada limitada y páginas irregulares, eran perseguidos implacablemente por las autoridades del régimen.
En contraposición a estos boletines, durante este tiempo también existieron dos publicaciones que, alineadas con el nacionalcatolicismo, tuvieron una larga trayectoria, creadas por clérigos:
Lúceat! (1940-1977)
![[Img #42584]](https://diariopinto.com/wp-content/uploads/2025/11/La-prensa-de-Pinto-y-el-sur-de-Madrid-en.jpg)
Esta publicación, un boletín parroquial inaugurado en 1940 por Rafael Pazos Prías, párroco de Getafe, cesó su actividad en febrero de 1977, coincidiendo con la muerte de su creador. Se han redescubierto un total de 274 ediciones.
Testimonios de la época apuntan que el fervor del cura Pazos llevó a posponer bodas si las novias mostraban los hombros, y llegaba a rechazar la entrada a la iglesia a mujeres sin velo, humillándolas públicamente.
La lectura de **Luceat!** en los años cuarenta revela a un sacerdote comprometido con el Régimen, que negaba certificados de buena conducta a los “desafectos”, lo que les podía acarrear la pérdida de la cartilla de racionamiento o la imposibilidad de acceder a un trabajo en el sector público.
Adicionalmente, esta publicación abordaba temas de interés local, convirtiéndose en un recurso valioso para comprender la realidad de la época franquista en la región.
Alcorcón Gráfico (1970-1997)
![[Img #42585]](https://diariopinto.com/wp-content/uploads/2025/11/1763549842_219_La-prensa-de-Pinto-y-el-sur-de-Madrid-en.jpg)
Esta revista mensual, modelada según su editor Faustino Moreno Villalba —un cura, periodista y partidario de José Antonio— comenzó a publicarse en 1970 y contaba con entre 24 y 48 páginas.
Proclamándose franquista —“declaro mi firme adhesión a Franco, mi fe en él es total” —Alcorcón Gráfico se mostró siempre en contra de la democracia, promoviendo el “no” en el referéndum sobre la Constitución. Sin embargo, también registraba muchos eventos locales, abarcando aspectos sociales, culturales y deportivos del municipio.
Pinto
En lo que concierne a Pinto, durante el franquismo se dieron tres publicaciones: El Punto de Pinto (década de 1940), Pregom (1963-1964) y La Voz de la Juventud (1972). Estas serán detalladas en la próxima entrega.

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